Constipación intelectual: los temores del escritor
- andresayala3
- Oct 25, 2023
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“Aprendí la sabiduría sin malicia, reparto sin envidia…” (Sabiduría 7, 13) La envidia está relacionada con el vano honor del mundo. A veces, nos entristecemos del bien del prójimo que es la misma fama, y que querríamos para nosotros; otras veces, nos entristecemos del bien del prójimo porque le da fama.
El afecto desordenado al honor de los demás puede ser la causa de que no escriban los que podrían hacerlo. Este afecto desordenado se traduce en temores y ansiedades de los que quiero hablar. Mi intención, sin embargo, no es que todos se pongan a escribir sino ayudar al que lo necesite a descubrir estos temores, para poder lidiar con ellos como corresponda.
A veces uno no publica tanto o no comparte un poco más lo que escribe porque tiene miedo de que le roben lo que él dice o de que no quede claro que es “su” idea. O porque teme que ideas inmaduras sean hechas madurar por otros. O porque teme ser desaprobado porque sus ideas no son perfectas o porque pueden no gustarle a alguien. Pero si las ideas son buenas, ¿cuál es el problema? Y si no son perfectas, ¿qué maravilla? ¿Acaso no son de uno?
La envidia puede estar en que, si ingenios menores usan mis ideas sin citarme, ellos se lleven la alabanza que me corresponde a mí. Pero si me importa la alabanza que reciben ingenios menores… ¿No es guardar las ideas por envidia? Y si considero bueno lo que tengo, ¿por qué me guardo sus riquezas?
A veces hay que esperar, claro que sí… pero ¡que no sea por miedo al qué dirán!
